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Estoy convencido que has sentido un montón de veces la frase “obsolescencia programada” y quizás tengas una breve idea de qué va, hoy en este informe trataremos de dejarte claro el concepto de la obsolescencia programada.

La obsolescencia programada proviene de la palabra “obsolescente” y su definición en la R.A.E. no es otra que “está obsoleto” ¿ahora les suena?

Seguramente hayas adquirido recientemente un producto tecnológico con mucha ilusión de que reciba actualizaciones de software o que el fabricante te brinde soporte más allá de la duración del mismo pero te encuentras con un producto que si falla no sabes que hacer con él o que si llamas al service oficial te dicen algo así como “Pero es un producto discontinuado, no vale la pena repararlo” así es lo que yo llamo “el negocio tras lo nuevo”.

pantallas smartphones

Para vender las empresas son muy hábiles y saben convencerte con muchas cosas buenas y bonitas pero el SAT es otro tema, creo que esto se ha vuelto más visible con los smartphones y las tablets, productos que ni la batería podemos quitar hoy (en un 90% de los casos) y que si debemos cambiar una pieza necesitamos armarnos de paciencia y utilizar herramientas que van más allá de un desarmador y una pinza ya que muchos componentes están unidos por pegamento, si les interesa el tema del desarme o despiece iFixIt es una gran referencia de ello.

En las tablets sucede lo mismo ya que los componentes cuánto más minúsculos son, con más dificultad se pueden reemplazar.
Sucedió hace unos años con la batería de los iPods que estaban programadas para “morir” en determinado tiempo.

MediaPad M3 Lite 10

A lo que yo quiero llegar es a que el negocio de la tecnología lleva a que las empresas quieran vendernos todo el tiempo pero se lavan las manos a la hora de responder a una queja o reclamo. Hay que saber elegir, por ello te damos 3 consejos a la hora de comprar tecnología:

  1. Asegurarse de que la marca tiene garantía en tu país.
  2. No siempre buscar precio, sino calidad, probar el producto es fundamental, si es compra online en tiendas chinas o similar buscar reviews (análisis del producto, el canal de ERdC es una buena fuente de información).
  3. Investigar bien sobre la marca y su conducta hacia los consumidores (si cumple, si tiene pegas, etc).

Hoy día ya no existe nada que “dure para siempre” y si lo hay es muy costoso, aquí algunos ejemplos:

  • Impresoras que su costo por cartucho equivale a comprar una nueva.
  • Smartphones o tablets que su costo de reparación equivale casi al valor de una nueva (pantallas por ejemplo).
  • Notebooks con memorias RAM y discos SSD soldados a la placa, mismo caso para las baterías (aunque se pueden cambiar por lo general).
  • Otros productos que tienden a romperse con facilidad y no es conveniente repararlos.

La obsolescencia programada (y saliendo de la tecnología) tuvo su origen en las lamparitas (bombillos) que duraban hasta 1.000 horas, una historia más bien para History Channel que ERdC pero a la vez muy interesante.

En definitiva el simple acto de fabricar algo que no perdurará en el tiempo es obsolescencia programada o pasado al español básico “lo usas y lo tiras”.



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