
La nueva generación del iPhone 17 Pro llegó con promesas de mejor rendimiento térmico y un cuerpo de aluminio más ligero. Sin embargo, a pocas semanas del lanzamiento, usuarios y laboratorios independientes han detectado un problema tan visible como molesto: micro-rayones y desconchados alrededor del módulo de la cámara trasera. La conversación ya tiene nombre: “Scratchgate”.
Los reportes coinciden en que las zonas más vulnerables son las aristas del bloque de cámaras, donde la anodización del aluminio se desprende con facilidad ante el contacto cotidiano —monedas, llaves, mesas— dejando ver el metal desnudo. En un análisis con microscopía digital, se observó descascarillado en esos bordes, explicando que la geometría con transiciones agudas dificulta que la capa anodizada se adhiera de forma uniforme. Un borde más curvo habría reducido el riesgo.
Apple deja el titanio, un riesgo que hoy está pasando factura

Apple abandonó el titanio de generaciones anteriores y apostó por un cuerpo unibody de aluminio serie 7000 para aligerar peso y mejorar la disipación térmica, acompañado de un nuevo sistema de cámara de vapor. Aunque la decisión ha sido celebrada por sus beneficios técnicos, también tiene una contrapartida estética: el aluminio se raya y abolla con mayor facilidad que el titanio, especialmente en zonas de bordes expuestos.
No se trata solo de pruebas de laboratorio. En ensayos de resistencia y pruebas de uso diario, diversos periodistas y creadores de contenido han reportado marcas prematuras en unidades exhibidas y personales, más visibles en los acabados oscuros. Las superficies planas toleran mejor el desgaste, mientras que el problema se concentra en curvas y esquinas del módulo de cámara. La recomendación más repetida: usar funda que proteja el módulo si se quiere mantener el aspecto original.
En términos de reparabilidad, hay avances destacables: batería atornillada sin adhesivos y la inclusión de una cámara de vapor que distribuye mejor el calor. No obstante, persisten críticas porque muchas reparaciones aún requieren acceso desde la pantalla, lo que complica intervenciones básicas en comparación con otros modelos.
¿Deberías preocuparte? Se trata principalmente de un daño cosmético, no funcional. Si usas funda —como hace la mayoría—, probablemente ni lo notes. Pero si prefieres llevar el teléfono “al natural”, el 17 Pro exige más cuidado que sus predecesores de titanio. Esto no invalida la propuesta de Apple (mejoras térmicas, menor peso, gran rendimiento), pero sí abre el debate entre estética vs. durabilidad en zonas propensas al contacto. Por ahora, Apple no ha hecho comentarios oficiales al respecto.
Consejos prácticos para minimizar el “Scratchgate”:
- Usa una funda con borde elevado alrededor de las cámaras.
- Evita bolsillos o bolsos con llaves o monedas sueltas.
- Si eres “case-less”, considera usar skins o protectores específicos para el módulo de cámara.
- Si planeas vender el dispositivo, documenta su estado y guarda la factura: la estética influye en el valor.