Apple planea sacudir las bases de su línea de móviles con una jugada que para algunos suena lógica, pero para otros, podría traer más dudas que certezas.
De acuerdo con el analista Ross Young, una de las fuentes más confiables cuando se trata de paneles y displays en la industria, el iPhone 17 base llegará con una pantalla de 6,3 pulgadas. Esto marca el fin de una era: el iPhone 16 será el último en mantener el tradicional tamaño de 6,1 pulgadas. Es un cambio que, aunque pequeño en cifras, tiene implicaciones grandes.
¿Porque Apple cambiaría su estrategia?
Por un lado, igualaría el tamaño del iPhone 17 con el del iPhone 17 Pro, algo que Apple no hacía desde la generación del iPhone 15. ¿Una estrategia de simplificación? Tal vez. Pero lo cierto es que, pese a compartir dimensiones físicas, las diferencias internas seguirán existiendo. El modelo Pro, como siempre, irá cargado con lo mejor: pantalla ProMotion con tasa de refresco dinámica, mayor brillo y probablemente alguna que otra función exclusiva que justifique los cientos de dólares extra.
Pero la verdadera sacudida viene con los otros modelos de la familia. El tan rumoreado iPhone 17 Slim (o Air, según a quién se le pregunte) reemplazaría al actual iPhone Plus. Y lo haría con una pantalla más pequeña: 6,6 pulgadas frente a las 6,7 del Plus actual. Puede parecer un retroceso, pero Apple estaría apostando aquí por un diseño más delgado, más liviano y quizá más elegante.
Finalmente, el iPhone 17 Pro Max seguiría siendo el gigante de la familia, con sus inamovibles 6,9 pulgadas. Es el modelo destinado a los que lo quieren todo: pantalla grande, máxima potencia, cámaras al límite de lo profesional. Nada cambia aquí, y quizá eso sea justo lo que muchos esperan.
La gran pregunta es: ¿qué busca Apple con esta reconfiguración? ¿Unificar tamaños? ¿Crear nuevas categorías? ¿Reavivar el interés en una gama que, generación tras generación, lucha por justificarse más allá del nombre?
Sea como sea, los cambios apuntan a una línea de iPhone 17 más diversa y segmentada, pensada para públicos específicos. Más opciones, más matices… y tal vez más confusión para el consumidor promedio.
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