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El Rincón de China

El futuro de ChatGPT podría incluir anuncios, y OpenAI ya se está moviendo

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La conversación sobre el futuro de ChatGPT está tomando un giro inesperado. Lo que hace apenas unos meses parecía improbable, hoy comienza a perfilarse como una posibilidad real: la llegada de anuncios al chatbot más popular del mundo. Y aunque en OpenAI no se apresuran a confirmarlo, las señales están ahí, claras como el agua.

Esto es lo que dice un alto ejecutivo de OpenAI

En una entrevista reciente, Nick Turley, director de ChatGPT, fue directo pero cauteloso. “No es nuestra primera opción para monetizar”, aseguró, refiriéndose a la publicidad. Sin embargo, dejó la puerta abierta. El objetivo, repitió varias veces, sigue siendo brindar una experiencia útil, segura y responsable. Pero si el camino para mantener el motor encendido requiere integrar anuncios aunque sea de forma parcial, la compañía está dispuesta a explorarlo.

Por ahora, ChatGPT funciona con tres planes: Gratis, Plus y Pro. Este modelo de suscripción, según Turley, marcha razonablemente bien. El problema está en la brecha de precios: pasar del plan Plus al Pro implica un salto demasiado grande para la mayoría de los usuarios. Y esa diferencia frena la adopción de las opciones más avanzadas.

La respuesta de OpenAI ya está en marcha: un plan intermedio llamado ChatGPT Go, con un costo aproximado de 5 euros mensuales. Apuntan a mercados emergentes, ofreciendo más funciones que la versión gratuita, pero sin llegar a las prestaciones premium. Una especie de “punto medio” para quienes quieren más, pero no pueden o no quieren pagar la suscripción más cara.

Pero ahí no termina la estrategia. La empresa también está experimentando con el llamado “Comercio en ChatGPT”. La idea es simple: si un usuario recibe una recomendación del chatbot y decide comprar a través de un enlace generado por el sistema, OpenAI obtendría una comisión. Importante: según Turley, estos enlaces no influirán en las respuestas de la IA, es decir, el contenido seguirá siendo imparcial. Al menos, esa es la promesa.

Todo esto responde a un problema de fondo: los costos de operación del modelo son enormes. Mantener un servicio como ChatGPT en marcha no es barato, y la factura tecnológica no deja de crecer. Si las suscripciones, las versiones intermedias y el comercio integrado no generan suficientes ingresos, la opción de la publicidad se volverá inevitable.

Y no es una hipótesis lanzada al aire. OpenAI ya ha comenzado a contratar expertos en anuncios de Google y Meta. Gente que sabe cómo hacer que la publicidad aparezca donde y cuando se necesita.

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