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El Rincón de China

TikTok se queda en Estados Unidos: Washington y Pekín habrían llegado a un acuerdo

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La novela de TikTok en Estados Unidos acaba de girar hacia un final menos dramático al menos por ahora. Tras meses de tensión, la Administración Trump y el Gobierno chino alcanzaron un acuerdo marco para mantener la app operativa en el país, con la mira puesta en transferir su propiedad a manos controladas por inversores estadounidenses. Falta la letra fina, pero el mensaje es claro: la plataforma no desaparecerá de los móviles de 170 millones de usuarios en EE. UU. mientras avanzan los pasos políticos y comerciales. Un contacto directo entre Donald Trump y Xi Jinping, previsto para esta semana, debería terminar de encajar las piezas.

¿Qué se negoció exactamente?

La fórmula pactada es, de momento, un “framework”: principios y compromisos para trasladar TikTok a una estructura de propiedad estadounidense que atienda las inquietudes de seguridad nacional. El detalle comercial quién compra, cuánto compra, bajo qué condiciones sigue bajo reserva, pero ambas capitales coinciden en que la operación debe resolver los riesgos de acceso a datos y de influencia sobre el algoritmo de recomendación. La conversación Trump–Xi debería sellar el entendimiento político y abrir paso a la ejecución.

El contexto jurídico pesó, y mucho. En 2024, el Congreso aprobó una ley que obligaba a ByteDance a desprenderse de TikTok en EE. UU. o afrontar una prohibición. En enero de 2025, la Corte Suprema respaldó esa norma: no es un veto absoluto, sino un “veto condicional” que se levanta si se completa una desinversión “calificada” que corte el control extranjero. Ese fallo también subraya la cifra clave: unos 170 millones de usuarios estadounidenses.

¿Quién se perfila como socio clave?

Oracle vuelve al centro del tablero. La compañía ya aloja los datos de usuarios estadounidenses dentro del llamado Project Texas y fue señalada en el pasado como socio tecnológico “de confianza”. Ahora, según distintas informaciones, aparece en el grupo de aspirantes para liderar la nueva propiedad, aprovechando su relación previa con TikTok y su infraestructura cloud.

Hay preguntas abiertas. El algoritmo el corazón de la app es el activo más sensible. Washington exige garantías de independencia real; Pekín, según fuentes de la negociación, ha atado este expediente a concesiones comerciales más amplias (aranceles y tecnología). Si no hay cesiones cruzadas, Estados Unidos había insinuado volver a la ruta del veto. En otras palabras: el acuerdo técnico va de la mano del clima de la guerra comercial 2.0.

Impacto para usuarios, creadores y la industria

Para la comunidad, la noticia es alivio puro: no habrá apagón y los ingresos por patrocinios y fondos de creadores no caerán por un precipicio regulatorio. Para los anunciantes, vuelve la certidumbre: planificar campañas deja de ser una ruleta. Y para el sector tecnológico, el desenlace ofrece un precedente: si un servicio masivo, con riesgos regulatorios, puede encontrar una salida mediante gobernanza, localización de datos y vigilancia independiente, otros players tendrán un mapa para navegar crisis futuras. (Los mercados ya lo descuentan: el nombre “Oracle” en titulares mueve agujas).

Asimismo, Project Texas lleva años reforzando la muralla: enrutamiento de todo el tráfico estadounidense en Oracle Cloud, controles de salida/entrada de datos y auditorías técnicas. Aun así, los reguladores mantuvieron dudas sobre el alcance real de esas barreras, lo que explica por qué la desinversión siguió sobre la mesa hasta hoy. El acuerdo marco no borra el pasado: lo institucionaliza y lo extiende hacia un cambio de control societario.

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