Mientras muchos esperaban el salto definitivo a un supuesto Windows 12, Microsoft ha decidido tomar un camino más mesurado. La compañía ha confirmado oficialmente que la próxima versión de su sistema operativo será Windows 11 25H2, una actualización modesta en apariencia, pero con el potencial de marcar una gran diferencia en la experiencia de los usuarios.
Atrás quedan las especulaciones sobre una nueva generación de Windows. En su lugar, nos encontramos con una evolución contenida, pensada para afianzar lo que ya existe en vez de reinventarlo. Y, a decir verdad, eso no suena nada mal.
Lo que podría traer la nueva versión 25H2
La actualización 25H2 será, en términos técnicos, un enablement package, es decir, un simple paquete de activación. ¿Qué significa esto? Que la mayoría de las funciones nuevas ya están presentes en tu ordenador, pero permanecen inactivas. Con apenas unos pocos megabytes de descarga, Microsoft permitirá habilitarlas de manera casi instantánea. Sin instalaciones interminables ni reinicios tediosos. Algo que, en un mundo cada vez más acelerado, se agradece.
Una de las novedades más visibles será el rediseñado menú de inicio, que ahora incorporará una nueva vista por categorías, facilitando la organización de aplicaciones y accesos directos. También se anticipan mejoras en la eficiencia energética, especialmente cuando el equipo está inactivo, un cambio que muchos usuarios con portátiles sabrán valorar.
El trasfondo de esta actualización tiene mucho que ver con las cicatrices que dejó Windows 11 24H2. La versión lanzada en octubre pasado trajo consigo fallos inesperados, como errores con el sonido, problemas en títulos como Assassin’s Creed o inconvenientes con el HDR. Microsoft ha invertido buena parte del primer semestre del año en corregir esos errores, y la decisión de lanzar una versión más contenida pero más pulida parece una respuesta directa a ese contexto.
La fecha estimada de llegada de Windows 11 25H2 será en el próximo mes de octubre, coincidiendo con el fin del soporte oficial para Windows 10. Un momento clave para la compañía, que busca concentrar sus esfuerzos en una sola plataforma sin dejar a los usuarios sin respuestas.
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