
A veces una imagen de perfil dice más que un comunicado. Xiaomi habría dejado ver por “accidente” o estrategia el diseño del Xiaomi 17 Pro Max en su cuenta oficial de Weibo, y lo llamativo no es solo el módulo de cámaras: es una segunda pantalla integrada en la isla trasera. En un curso dominado por iteraciones, el movimiento apunta a diferenciarse por diseño y usos rápidos sin dar la vuelta al móvil.
Qué se ha visto realmente

La imagen muestra un módulo rectangular con esquinas redondeadas, triple cámara con periscopio y branding Leica, y justo a su lado una pantalla secundaria de tamaño notable. No es un “gadget” decorativo: sería útil para ver la hora, notificaciones, controles de reproducción e incluso usar las cámaras principales como visor para selfies. El concepto evoca al Mi 11 Ultra, pero a lo grande.
El guiño no viene de los plegables tipo “flip” donde estas pantallas son ya norma, aunque Xiaomi tiene experiencia reciente con el Mix Flip 2 y su amplio “cover”. Aquí hablamos de un barrote trasero no plegable con un panel que podría tener atajos y gestos para tareas cotidianas: previsualizar fotos, cambiar de canción o rechazar alertas con un toque.
El contexto estratégico: Xiaomi salta del “16” al “17”
La marca confirma que no habrá serie 16 y que salta directamente a Xiaomi 17 (17, 17 Pro y 17 Pro Max). Es una decisión de marketing agresiva para chocar frontalmente con el iPhone 17 en calendario y narrativa. Varios medios recogen el anuncio y sitúan el lanzamiento entre finales de septiembre y principios de octubre; la comunicación pública se ha movido en esa ventana.
Todo apunta a que el 17 Pro Max debutará con el Snapdragon 8 Elite Gen 5, el nuevo tope de gama de Qualcomm. La propia Qualcomm y medios especializados sitúan a Xiaomi 17 entre los primeros en montarlo, antes del aluvión de flagships de otoño.
Para qué sirve realmente esa pantalla trasera
Más allá del efecto “wow”, la segunda pantalla puede acortar pasos: mirar notificaciones sin encender el panel principal, ahorrar batería en pequeñas interacciones, controlar música/podcast o enfocar selfies con las cámaras “buenas”. En fotografía, abre la puerta a retratos y vlogging con el sensor principal y al disparo remoto sin trucos. En movilidad, se siente como un nuevo “Centro de Control” siempre a mano. Son funciones que las filtraciones y la propia lógica de uso dejan entrever, a la espera de confirmación oficial.
En un mercado donde las fichas técnicas convergen, el diseño funcional vuelve a ser terreno de batalla. La segunda pantalla es un diferenciador tangible si Xiaomi logra una buena integración software (notificaciones, cámara, widgets). Si se queda en curiosidad, será un “miro y sigo”. Si aporta flujo y velocidad, puede marcar tendencia en la gama alta de 2025.
Lo que falta por confirmar (y lo que ya sabemos)
Xiaomi no ha detallado tamaños, resoluciones ni sensores, y la imagen filtrada no es suficiente para conclusiones cerradas. Lo que sí está claro es el giro de calendario y naming (no hay “16”) y la intención de estrenar el 8 Elite Gen 5 para competir de tú a tú en el último tramo del año. Paciencia: los detalles finos cámaras, pesos, carga, software llegarán en el evento de lanzamiento.