Samsung ha tenido un inicio de año destacado, impulsado por el éxito de su más reciente serie insignia. Durante los primeros tres meses de 2025, la compañía surcoreana logró un crecimiento sólido tanto en ingresos como en beneficios, consolidando su liderazgo en el competitivo mercado tecnológico.
De enero a marzo, Samsung registró ingresos cercanos a los 55.700 millones de dólares, lo que representa un incremento del 10 % en comparación con el mismo periodo del año anterior. Las ganancias operativas también mostraron un leve aumento, alcanzando los 4.700 millones de dólares. Uno de los principales motores detrás de estos resultados fue la división Mobile eXperience, encargada del negocio de smartphones, que aportó más de 26.000 millones de dólares en ingresos.
La demanda de los Galaxy S25 Series ha sido clave
Este rendimiento fue impulsado principalmente por la buena acogida del Galaxy S25, cuya integración de funciones avanzadas basadas en inteligencia artificial captó el interés de los consumidores. Además, la optimización en costos y ajustes estratégicos en la cadena de suministro permitieron a la empresa aumentar su competitividad y margen de ganancia en un entorno económico exigente.
De cara al próximo trimestre, Samsung enfrenta el reto de mantener este impulso, especialmente en un contexto tradicionalmente más lento para las ventas de dispositivos móviles. Sin embargo, la compañía ya tiene planes en marcha para sostener el interés del mercado. Uno de ellos es el lanzamiento internacional del Galaxy S25 Edge, previsto para finales de mayo, y la expansión de sus funciones de IA a modelos más asequibles de la línea Galaxy A bajo la iniciativa «Awesome Intelligence».
Por otro lado, el negocio de semiconductores también jugó un papel clave en los ingresos globales, aunque con desafíos particulares. Esta división generó aproximadamente 17.600 millones de dólares, pero sus márgenes se vieron presionados por una caída en los precios promedio de venta y una menor demanda de chips de memoria para inteligencia artificial, afectados por restricciones en las exportaciones.
Samsung reconoce que el entorno global actual presenta múltiples desafíos, desde la desaceleración económica hasta las tensiones comerciales. Aunque la empresa mantiene una postura cautelosa sobre el rendimiento a corto plazo, confía en que la estabilización de estos factores externos podría mejorar su panorama financiero en la segunda mitad del año.
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